En biologĆa, nada se entiende fuera de la teorĆa de la selección natural de los caracteres heredables, es decir, de la evolución. La aparición de mutaciones al azar en los genes permite la aparición de nuevas funciones y, con el tiempo, de nuevas especies. Sin embargo, ahora sabemos que la alimentación, nuestro estilo de vida, el tiempo que dormimos e incluso nuestro estado de Ć”nimo tambiĆ©n modifican la actividad de los genes. La mayor parte de estos cambios no ocurre a travĆ©s de variaciones en la secuencia lineal de los genes (es decir, de mutaciones en el DNA) sino a travĆ©s de mecanismos epigenĆ©ticos (āpor encima de la genĆ©ticaā): modificaciones de las histonas (el armazón del DNA) y de regiones reguladoras de los genes, entre otros.
En los Ćŗltimos aƱos, y gracias al desarrollo de nuevas tecnologĆas, hemos descubierto que el DNA estĆ” altamente organizado en todos los seres vivos, y que las modificaciones epigenĆ©ticas juegan un papel esencial en la regulación de la función genĆ©tica. Por otro lado, parece claro que la influencia del ambiente no solo ocurre durante nuestra vida adulta, sino tambiĆ©n durante nuestro desarrollo fetal e incluso a travĆ©s de generaciones.
En esta conferencia tratarĆ© de explicar quĆ© sabemos de los mecanismos moleculares que regulan estos cambios epigenĆ©ticos, asĆ como el efecto que tiene nuestro estilo de vida en nuestra salud no solo en nosotros sino tambiĆ©n en nuestros hijos. ĀæEs esto reversible? ĀæPodemos hacer algo mediante cambios en nuestra manera de vivir? A pesar de que estamos muy lejos de poder responder a estas preguntas, comenzamos a entender cómo ocurren estos efectos ālamarckianosā, por supuesto con permiso de Darwin.
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