Contaminantes y adaptación
Coordinadores:
Cristina SÔnchez Melchor, Técnico Garante Sanitario, Ilunion Esterilización SAU, Madrid.
Alvaro Daschner, Servicio de Alergia, Instituto de Investigación Sanitaria- Hospital Universitario de la Princesa, Madrid.
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La preocupación por los contaminantes a los que la vida moderna nos hace estar expuestos no es exclusiva de los profesionales de la salud y los expertos en la materia, también es un clamor constante de todos los que vivimos en las sociedades modernas, lo que ha dado lugar a la creación de agencias nacionales e internacionales que evalúan y vigilan los posibles contaminantes en el aire, el agua, los alimentos y otros productos de consumo.

Mientras que desde el punto de vista del consumidor todos los contaminantes deberĆ­an ser reducidos al mĆ­nimo, cuando no eliminados, la tecnologĆ­a y el ritmo de vida moderno hacen que esto sea imposible. Por este motivo, muchos estudios en el campo de la toxicologĆ­a buscan compatibilizar ambas cosas, determinando los niveles de contaminantes que sean inocuos para la salud.

Un enfoque evolucionista de la problemÔtica de la contaminación tiene principalmente dos vertientes. La primera, postularía que el estilo de vida moderno, que incluye la exposición a los contaminantes, no tiene precedente en nuestra historia evolutiva y que los cambios a los que estamos sometidos son demasiado rÔpidos para poder adaptarnos a ellos.

Pero la otra perspectiva nos demuestra que a lo largo de la evolución de las especies, todas han estado expuestas a un sinfín de agentes tóxicos, destacando entre los mÔs significativos la carrera armamentística entre las plantas y los animales que se nutren de ellas. Este hecho ha condicionado la aparición de sistemas moleculares de detoxificación, que según algunos postulados, podrían hacerse extensivos frente a otros posibles tóxicos (contaminantes) desconocidos, siendo ésta una de las bases de la farmacogenómica.


En este contexto, la hormesis, un fenómeno aparentemente paradójico que se caracteriza por la aparición de una curva en forma de J o U en las dosis de los agentes tóxicos, de forma que un contaminante o toxina tendría a bajas dosis el efecto contrario al que tiene en dosis mÔs elevadas (a veces incluso beneficioso para la salud), se puede contemplar como un mecanismo con orígenes adaptativos y con una gran repercusión en la búsqueda de umbrales.

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Puede acceder aquĆ­ a un resume-post del seminario

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Presentaciones durante el seminario:


Cristina SƔnchez Melchor: Hormesis: Lo que no mata, fortalece.
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Patricia Cervigón: Contaminantes ambientales y evolución, perspectiva desde la salud pública.
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Silvia Iñigo Nuñez: Contaminantes en alimentos: Regulación, orígenes y evolución.
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Fecha:
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06. junio 2017,
16- 19h
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Aula de docencia,
1ĀŖ planta,
Hospital Universitario de la Princesa
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