Resumen del seminarioĀ Luz, ritmos y evolución Ā Autores: BelĆ©n Silveira RodrĆguez y Alvaro Daschner BelĆ©n Silveira en su contribución acerca de la influencia de los ritmos sobre las funciones endocrinológicas, comenzó con una introducción de nociones bĆ”sicas subrayando que todas las formas de vida estĆ”n adaptadas a los ciclos naturales. La posibilidad de anticipación a la sucesión del dĆa y la noche y su consiguiente ventaja evolutiva, en tĆ©rminos de acceso a recursos e interacción con otros seres vivos (predación, reproducción...), han condicionado la aparición de temporizadores celulares (relojes circadianos) mediante diversos mecanismos de evolución convergente. La desestructuración antropogĆ©nica de los Ā ciclos de luz/oscuridad repercute en Ā innumerables procesos moleculares, psicológicos y fisiológicos, con especial impacto a nivel endocrino-metabólico. La cronodisrupción, entendida como una pĆ©rdida crĆtica de la temporización fisiológica, Ā constituye un fenómeno de trascendencia patológica multisistĆ©mica. Eduardo Barbudo se centró, sobre todo, en los trastornos psiquiĆ”tricos que sin embargo estĆ”n frecuentemente asociados al sĆndrome metabólico. Mientras que las disrupciones circadianas influyen a travĆ©s de las conductas alimentarias sobre la posible co-morbilidad psiquiĆ”trica. Algunos trastornos como la depresión se han visto clĆ”sicamente influenciados por ritmos estacionales.Ā Los posibles tratamientos con referencia directa a los ritmos incluyen las terapias con litio (que opera sobre los genes CLOCK), los inhibidores de la recaptación de serotonina o la darkness therapy. Carmen Ayuso presentó su ponencia sobre tres pilares, la anatomĆa y fisiologĆa del ojo, su evolución y en especial de los fotoreceptores. Hizo hincapiĆ© en la gran diversidad de las opsinas, proteĆnas fotosensibles. A lo largo de la evolución de las distintas especies se han ido ganando y perdiendo capacidades de visión de diferentes colores. El estudio de la evolución de las opsinas nos demuestra hechos tan interesantes como la presencia de solo un pigmento en mamĆferos nocturnos, el tricromatismo en primates o la capacidad aumentada de diferenciación de colores de aves, peces o reptiles. |