
Dentro de la temĆ”tica que abordarĆ” la presente Jornada, Compromisos y compensaciones en evolución y salud, volveremos a tratar un tema ya planteado en la I. Jornada de Medicina Evolucionista en el aƱo 2009 (ver resumen) y es el de la ventaja del individuo heterocigoto (sano y portador de alguna mutación en un gen responsable de alguna enfermedad hereditaria) frente Ā al individuo enfermo homocigoto (con dos mutaciones, iguales o no, en el mismo gen).Ā
Este fenómeno, tiempo ha reconocido en las enfermedades de herencia recesiva, se conoce como <<sobredominancia>> en el argot evolutivo. Esto implica que la frecuencia de ciertas mutaciones en una población serĆ” superior a lo esperado manteniĆ©ndose la prevalencia de una enfermedad hereditaria dada.Ā
El equilibrio de Hardy-Weinberg es un principio matemÔtico sencillo que explica que en una población de tamaño infinito, en donde el apareamiento se da al azar, la frecuencia de los genotipos de un carÔcter particular (gen) tenderÔn a fijarse en equilibro y a mantenerse siempre y cuando no actúe algún otro factor como la selección natural, deriva genética (población pequeña), efecto fundador (por migración y aislamiento), emparejamiento selectivo, endogamia,  o se produzcan nuevas mutaciones.
AsĆ pues bajo este premisa, un gen determinado que presente dos alelos A y a, con frecuencias alĆ©licas de p y q respectivamente, la frecuencia genotĆpica para el homocigoto dominante (AA) serÔ p2Ā Ā la del homocigoto recesivo (aa) serÔ q2Ā y la del heterocigoto (Aa) serĆ” 2pq.
La genĆ©tica de poblaciones se asienta en este principio que puede complicarse matemĆ”ticamente tanto mĆ”s como nĆŗmero de alelos (formas alternativas de un gen) pretendamos analizar.Ā Si la frecuencia de un alelo āaā (mutación) es muy baja este deberĆa tender a desparecer, sin embargo el fenómeno de sobredominancia parece saltarse las "reglas del juego" rompiendo este equilibrio ideal, dando ventaja selectiva Ā a los heterocigotos a expensas de los homocigotos afectos (aa) que estĆ”n condenados a perecer y de los homocigotos sanos (AA) que no presentan las ventajas del heterocigoto (Aa).
Hoy en dĆa la Medicina moderna ademĆ”s estĆ” modificando esta situación de equilibrio matemĆ”tico ideal, salvando a los individuos menos exitosos (homocigotos afectos) desde un punto de vista meramente adaptativo/evolutivo ya que evita que actĆŗe el proceso de selección natural.
Enfermedades como la fibrosis quĆstica, anemia falciforme y hemocromatosis, entre otras, son ejemplos entre otros muchos en donde se puede justificar la sobredominancia y comprender este fenómeno tan interesante de analizar desde un punto de vista clĆnico y evolutivo actual.
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