Jornada 2009ā€Ž > ā€Ž

Co-evoluciĆ³n entre parĆ”sito y hospedador

Ā Ā Ā Ā 
Cada hospedador tiene actual o potencialmente una colecciĆ³n de parĆ”sitos, en donde cada uno de ellos ocupa un hĆ”bitat determinado en o sobre el cuerpo del hospedador, conociĆ©ndose como parasitocenosis al conjunto de especies parasitarias que pueden completar su ciclo biolĆ³gico en una determinada especie hospedadora. Por tanto, la parasitocenosis es el resultado del origen de la especie, los cambios ambientales y Ć”reas de distribuciĆ³n geogrĆ”fica de la misma, asĆ­ como, los cambios de comportamiento, con influencia tanto de naturaleza intraespecĆ­fica como interespecĆ­fica. Los componentes de una parasitocenosis se pueden dividir en dos tipos: patrimoniales, aquellos que ya parasitaban a los ancestros de la especie y gananciales, adquiridos cuando ya se ha producido la especiaciĆ³n del hospedador, como consecuencia de los cambios en el comportamiento, cambios ambientales o por colonizaciĆ³n de nuevas Ć”reas geogrĆ”ficas.

Ā Ā Ā Ā La patologĆ­a provocada por los parĆ”sitos depende tanto de factores intrĆ­nsecos o dependientes directamente del parĆ”sito, como de factores extrĆ­nsecos o dependientes del hospedador. Los parĆ”sitos afectan a la vida del hospedador, alterando su normalidad en distintos grados. Compiten con el hospedador por sus nutrientes, expolian materiales diversos del hospedador, destruyen sus tejidos o producen transformaciones en ellos como hiperplasia, hipertrofia, metaplasia o neoplasia, pudiendo producir tambiĆ©n efectos quĆ­micos y tĆ³xicos.

Ā Ā Ā Ā Todos los hospedadores poseen una resistencia natural inespecĆ­fica que se opone a la penetraciĆ³n o supervivenciaĀ  de los parĆ”sitos, que puede estar localizada a dos niveles, externo e interno. A nivel externo, la primera barrera que se opone a la penetraciĆ³n es la constituida por la piel y lasĀ  mucosas, que unen a la resistencia mecĆ”nica propia del tejido otros factores de tipo fĆ­sico-quĆ­mico, enzimĆ”tico, quĆ­mico, etc. A nivel interno, los parĆ”sitos se encuentran con una serie de factores hostiles como los mecanismos de la inmunidad, la temperatura, la edad, el estado nutricional e incluso la susceptibilidad de la especie y de la raza. Las infecciones parasitarias estimulan de manera particular numerosos mecanismos de defensa, mediados tanto por anticuerpos como por cĆ©lulas, en donde la eficacia de la respuesta inmunolĆ³gica depende del parĆ”sito en particular asĆ­ como del estadio de la infecciĆ³n. Antes de que un parĆ”sito obtenga el Ć©xito para establecerse dentro de un nuevo hospedador y antes de que la inmunidad especĆ­fica se haya iniciado o ejecutado, el parĆ”sito debe atravesar los mecanismos de defensa preexistentes en el hospedador. Los anticuerpos y citoquinas producidos especĆ­ficamente en respuesta a los antĆ­genos parasitarios aumentan las actividades antiparasitarias de todas las cĆ©lulas efectoras.

Ā Ā Ā Ā Los parĆ”sitos, a lo largo de la evoluciĆ³n, han desarrollado una serie de mecanismos que les permiten evadir al sistema inmunitario de los hospedadores. Dentro de estos mecanismos se encuentran las tĆ”cticas de evitaciĆ³n que les permiten resistir a la destrucciĆ³n por el complemento, al ataque inmunolĆ³gico o a la destrucciĆ³n intracelular. Otros han desarrollado tĆ”cticas de enmascaramiento donde destacan el mimetismo y la variaciĆ³n antigĆ©nica. Menos sutiles son las tĆ”cticas de ocultamiento generando quistes o nĆ³dulos, colonizando el tubo digestivo, invadiendo lugares de privilegio inmunitario u ocultĆ”ndose con rapidez en el interior de cĆ©lulas hospedadoras. En el otro extremo de la perfecciĆ³n estĆ”n los que consiguen dirigir el sistema inmunolĆ³gico mediante tĆ”cticas de inmunomodulaciĆ³n que abarcan desde la inmunosupresiĆ³n a la capacidad de producciĆ³n de homĆ³logos de citoquinas, asĆ­ como de enormes cantidades de antĆ­genos solubles y/o mitĆ³genos, hasta la afectaciĆ³n del balance de citoquinas o de los mecanismos de presentaciĆ³n antigĆ©nica e incluso inhibiendo o activando la apoptosis en su propio beneficio.

Ā Ā Ā Ā Parece ser que la respuesta inmune no existe solamente para suministrar protecciĆ³n al hospedador, sino que algunos parĆ”sitos han encontrado en la respuesta del sistema inmunolĆ³gico otro recurso del hospedador digno de explotarse. Para considerar un caso como ejemplo de explotaciĆ³n inmune, la adaptaciĆ³n del parĆ”sito debe estar dirigida especĆ­ficamente sobre algĆŗn aspecto de la respuesta inmune del hospedador, de tal modo que se mejore la vida del parĆ”sito, se facilite su reproducciĆ³n o se haga posible su propagaciĆ³n a nuevos hospedadores. En otras palabras, debe haber una interacciĆ³n obligada entre parĆ”sito y hospedador, mediada por la antigenicidad del parĆ”sito y el sistema de reconocimiento inmune del hospedador, excluyĆ©ndose los ejemplos de modulaciĆ³n del sistema inmune por parte de los parĆ”sitos, aunque existan algunos fenĆ³menos mixtos.