El porquĆ© de las compensaciones: la imposibilidad del diseƱo Ć³ptimo
El planeta Tierra mantiene una constante actividad, tanto en su interior, con los movimientos del manto y las placas tectĆ³nicas; como en su superficie, con la generaciĆ³n de nuevas montaƱas, erupciones volcĆ”nicas, zonas sĆ­smicas y sobre todo la climatologĆ­a. Todo ello co
nlleva una constante variaciĆ³n de los entornos en los que se da la vida. Por ello tanto la fauna como la floraĀ 
han de estar en constante adaptaciĆ³n.

Cuando estudiamos la evoluciĆ³n en la actualidad, realmente solo estamos viendo una foto fija del proceso continuo que ella supone. Por tanto, dado que el entorno estĆ” en continua variaciĆ³n y las especies se modifican para poder vivir en ese entorno, por definiciĆ³n no hay especie que estĆ© "perfectamente adaptada" o adaptada al 100%, sino como mucho altamente especializada. Y Ć©stas cuando sucede, son las que sucumben si el medio cambia abruptamente.

La adaptaciĆ³n de las especies se lleva a cabo con los elementos de que se dispone y Ć©sta rara vez es total. Las especies "retocan" sus estructuras internas, sus metabolismos o su fisiologĆ­a, para adaptarse lo mejor posible, hasta que el balance energĆ©tico "aconseja" no ir mĆ”s lejos, pues el seguir modificando o eliminando estructuras antiguas conlleva un gasto energĆ©tico para la especie que no siempre compensa hacerlo.