El hombre propone, ¿Pero quién dispone?
La posibilidad de la libertad humana, entendida como libre albedrĆo, siempre ha estado en el centro de la reflexión filosófica, desde el enigmĆ”tico dicho de HerĆ”clito āethos anthropos daimonā hasta los recientes diĆ”logos con la neurociencia tras los inquietantes experimentos de Benjamin Libet. Particularmente interesantes resulta, por ejemplo, la actual comprensión en tĆ©rminos hegelianos del concepto de plasticidad por parte de Catherine Malabou.Ā
Sin embargo, es en la Ć©poca moderna (desde Descartes hasta Kant) cuando se plantea con mayor radicalidad el problema de la conciliación entre un mundo exterior mecĆ”nicamente determinado y marcado por una fĆ©rrea necesidad, y la libertad humana, entendida como espontaneidad. Este problema afecta a las relaciones entre alma (o mente) y cuerpo, asĆ como a la (in)dependencia de la voluntad humana de los designios divinos (o el destino). Muchos de los interrogantes abiertos por los filósofos de los siglos XVII y XVIII siguen vigentes y suponen hoy en dĆa un reto para la interacción entre el pensamiento filosófico y las ciencias experimentales.Ā