La parasitologĆa en la antigĆ¼edad. Un paseo a travĆ©s de los escritosĀ Carmen CuĆ©llarĀ Las culturas antiguas conocieron parĆ”sitos macroscĆ³picos, enfermedades parasitarias y remedios para su tratamiento. En el Antiguo Testamento y en el Talmud se mencionan Ā ectoparĆ”sitos. En el Papiro de Ebers se hace referencia al paludismo y a infecciones por helmintos parĆ”sitos. En el Antiguo Testamento se dan normas higiĆ©nicas para evitar la trasmisiĆ³n de enfermedades, obligando a incinerar los res-tos de animales utilizados en los sacrificios y a realizar las deposiciones en zanjas fuera del campamento cubriĆ©ndolas despuĆ©s con tierra. En algunas partes de la Biblia se habla de lo que podrĆa ser un tipo de leishmaniosis cutĆ”nea. El historiador griego Herodoto citaba cĆ³mo los egipcios usaban mosquiteras. HipĆ³crates describiĆ³ las fiebres terciana y cuartana, relacionĆ”ndolas con las aguas estancadas. AristĆ³teles conociĆ³ oxiuros, ascĆ”ridos, tenias y parĆ”sitos de peces. DioscĆ³rides citaba las lombrices del vientre que se parecĆan a pepitas de calabaza. Galeno redescribiĆ³ las tercianas, las cuartanas, la hidatidosis y la ascariosis. La medicina Ć”rabe alcanzĆ³ un gran desarrollo con Rhazes y Avicena estudiando helmintos y describiendo la vena medinensis. En AmĆ©rica ya se conocĆan los parĆ”sitos en tiempos precolombinos. Francesco Redi demostrĆ³ que las larvas procedĆan de huevos de moscas. Con el perfeccionamiento del microscopio por el holandĆ©s Anton van Leeuwenhoek la ParasitologĆa entrĆ³ en una nueva era. El estudio de la historia de las parasitosis mediante el anĆ”lisis del material escrito nos muestra que la mayorĆa de estas enfermedades ya estaban presentes en la antigĆ¼edad existiendo diferentes formas de diagnĆ³stico y algunos remedios para su tratamiento.Ā |