AdaptaciĆ³n cultural: el ejemplo de la intolerancia a la lactosa
La posibilidad para digerir la lactosa de la leche presenta una gran variabilidad en los grupos humanos actuales. Ā Se estima que tres cuartas partes de los adultos del planeta no produce la suficiente cantidad de la enzima lactasa que permite asimilar este azĆŗcar lĆ”cteo al descomponerlo en los dos monosacĆ”ridos que la conforman: glucosa y galactosa. Se calcula que mĆ”s del 90% de la poblaciĆ³n asiĆ”tica es hipolactĆ”sica y que en la misma circunstancia se hallan el 70% de los afroamericanos. Este porcentaje es mucho menor entre los individuos de ancestrĆ­a europea que sigue produciendo la enzima intestinal lo largo de su vida adulta debido a una mutaciĆ³n del gen de la lactasa que asegura su persistencia.
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Las investigaciones sobre el polimorfismo de la persistencia de lactasa se iniciaron tras la segunda guerra mundial cuando la Agencia Estadounidense para el Desarrollo enviĆ³ como ayuda toneladas de leche a poblaciones africanas y asiĆ”ticas necesitadas. Se comprobĆ³ que muchos de los destinatariosĀ Ā enfermaban con flatulencia, gases y otras molestias digestivas. Pronto se comprobĆ³ que dicha patologĆ­a era intolerancia genĆ©tica y la asociaciĆ³n entre dicha caracterĆ­stica y la tradiciĆ³n ganadera hizo pensar a los investigadores del pasado siglo enĀ Ā una cuestiĆ³n de adaptaciĆ³n biolĆ³gica frente a un factor cultural. En los aƱos 60, Frederick J. Simons fue uno de los primeros en proponer la hipĆ³tesis de que los grupos que ordeƱaban al ganado habrĆ­an tenido una ventaja selectiva si en la vida adulta retenĆ­an la capacidad de alimentarse de la leche y sus derivados lĆ”cteos.Ā Ā El gen responsable de la persistenciaĀ Ā a la lactasa (LTC) estĆ” en el cromosoma 2 y fue secuenciado a principios del siglo XXI; Sabemos ahora que existen distintas variantes genĆ©ticas (C/T13910; G/A 22018; C/T 14010) con distinto origen geogrĆ”fico y antigĆ¼edad cuya expansiĆ³n es consistente con los datos histĆ³ricos y antropolĆ³gicos que nos muestran el desarrollo de las culturas pastoralistas y ceramistas que surgieron a partir de la transiciĆ³n neolĆ­tica. Como han puesto de relieve proyectos multidisciplinares que aĆŗnan arqueologĆ­a, antropologĆ­a y genĆ©tica, la intolerancia a la lactosa es un paradigma de la adaptabilidad humana frente a los factores del entorno cultural, ambiental y alimentario.