Resumen del seminarioĀ Embarazo y parto. Del proceso natural a la atenciĆ³n especializada Ā Autora: Maria-JosĆ© Trujillo Tiebas Se empezĆ³ con una revisiĆ³n general del proceso evolutivo del ser humano, resaltando que los hitos mĆ”s destacables en todo el perĆodo evolutivo humano fueron como ya se sabe, la bipedestaciĆ³n y la encefalizaciĆ³n. La ocultaciĆ³n del estro, otro rasgo tĆpico humano que propicia la receptividad de la hembra humana en cualquier momento del aƱo, generĆ³ en nuestra especie pautas reproductivas sin temporalidad determinada por el celo. Los dos rasgos comentados, bipedestaciĆ³n y encefalizaciĆ³n, tan distintivos del gĆ©nero homo, le ofreciĆ³ oportunidades adaptativas para conquistar nuevos nichos ecolĆ³gicos, pero el precio que hubo que pagar por ello fue un parto mĆ”s complicado en las hembras generĆ”ndose un compromiso de comorbilidad de la madre y la crĆa y riesgo de mortalidad en ambos tras el trance del alumbramiento. La razĆ³n es que una cadera adaptada a la bipedestaciĆ³n, en la mujer, obliga a un parto mĆ”s difĆcil en donde se deben dar dos rotaciones y un expulsivo complejo. Este compromiso fisiolĆ³gico condiciona a la hembra humana en su parto y por ello suele ser asistida por sus congĆ©neres para facilitar dicho trance. No hay consenso sobre la mejor postura para parir, ya que todas o ninguna parecen las adecuadas. Por otro lado, se paren crĆas indefensas y tremendamente dependientes, con un cerebro que estĆ” poco desarrollado, ya que su volumen, de por sĆ muy grande, complica aĆŗn mĆ”s la salida del neonato por el canal del parto. Esta doble situaciĆ³n, la cadera materna y el tamaƱo de la cabeza de la crĆa, ha generado un problema que en la actualidad trata de resolverse, desde el punto de vista mĆ©dico, con tĆ©cnicas obstĆ©tricas como es la cesĆ”rea. Ćsta tĆ©cnica, que en la actualidad se realiza en exceso segĆŗn las estimaciones de lo Ć³ptimo recomendable, tiene como fin evitar la muerte del neonato y/o de la madre ante un parto complicado asĆ pues ante un peligro real no se concibe que el profesional se arriesgarse en exceso y no acuda a ella si asĆ lo considera necesario. Es conocido que el primer parto suele ser mĆ”s difĆcil y crĆtico que el segundo y la edad de la madre es un factor de riesgo asĆ mismo a tener en cuenta. Frente a estos hechos la forma de vida actual, en sociedades desarrolladas como la nuestra, nos muestra un panorama de madre primeriza que estĆ” entorno a los 40 aƱos. Todo ello provoca que hoy en dĆa haya un gran auge en la demanda de tĆ©cnicas de reproducciĆ³n asistida, tema que ya se tratĆ³ en un seminario anterior del aƱo 2010 (AnĆ”lisis de los aspectos "adaptativos" de los procesos epigenĆ©ticos y su implicaciĆ³n en reproducciĆ³n humana; ver resumen).Ā Sin embargo no hay que olvidar que nuestra sociedad occidental, en la que incluimos a la espaƱola, no es representativa si tenemos en cuenta que en el resto del mundo los criterios reproductivos no son los nuestros sino que son mĆ”s acordes con los que la naturaleza parece indicar. La lactancia, tema que no dio tiempo a tratar, es parte tambiĆ©n de la salud materno-infantil que deberĆa analizarse desde una visiĆ³n evolucionista. Sea como fuere y con estas dificultades, el ser humano actual ha sido capaz de adaptarse con eficacia y reproducirse con gran Ć©xito a pesar de las complicaciones. La sincronizaciĆ³n de nuestra evoluciĆ³n biolĆ³gica con nuestra evoluciĆ³n cultural ha facilitado que se desarrolle el trabajo del parto, sea de la manera que sea, gracias a la asistencia de otros hacia la madre y a su crĆa. |