La filosofía de este seminario se encontró en torno a la pregunta si el entorno macroecológico (en especial la biodiversidad) puede tener su influencia en la microecología (microbiota humana) y de esta forma afectar a salud y enfermedad.

Tras una introducción de términos del campo de la ecología, necesarios para la comprensión de la tarde temática y la hipótesis introductiva por parte del biólogo-antropólogo José-Luis Gómez Pérez, bajo el título “Ecología evolutiva: conceptos básicos” y el recuerdo que como ser humano nos encontramos en un "continuo" entre la microecología y la macroecología, el biólogo Juan Moreno Klemming del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid ofreció su presentación sobre la macroecología con un enfoque evolutivo de la ecología de poblaciones. Los conceptos relacionados con estabilidad, complejidad o la resiliencia son necesarios también para interpretar desequilibrios ecológicos de los micro-organismos con los que convivimos.

Posteriormente fue el turno de Álvaro Daschner que con el título “Alteraciones en la ecología de la microbiota humana y enfermedad” ha guiado a los interesados a través de la propia evolución del concepto de la hipótesis de la higiene hacía la comprensión de la microbiota como enlace fundamental que asocia los conocimientos epidemiológicos entre la “higiene” y las enfermedades alérgicas, autoinmunes y “de la civilización”, buscando un nuevo enfoque de enfermedad basado en una disbiosis o desequilibrio de la ecología de la microbiota humana.

Finalmente el microbiólogo Diego Domingo del Hospital Universitario de la Princesa nos habló de los posibles efectos de “pre- y probióticos sobre la ecología intestinal” como culminación de las aportaciones previas y buscando un papel terapéutico de dichos componentes.

El debate posterior se centró en dos aspectos: el primero relacionado con aquellos factores en el estilo de vida y la alimentación que pudieran estar asociados a efectos protectores de las enfermedades. En cuanto a los probióticos se discutió sobre su definición, ya que conviviendo con una multitud de micro-organismos, muchos de ellos quedarían pendientes de clasificarlos como probióticos.